La piscina puede perder rápidamente su trasparencia después de una tormenta, pero no es necesario cambiar el agua para mantenerla limpia. Aquí te contamos cómo volver la piscina a la normalidad.
No hay nada más lindo que una lluvia de verano, por ese olor tan particular, por la intensidad que adquieren los colores y por la frescura que trae después de días de mucho calor.
Pero debido a que estas tormentas suelen ser muy intensas, también traen consigo tierra y arrastran hojas y bichos que van a parar a las piletas, dejándolas realmente sucias.
¿Cuáles son las consecuencias de una lluvia para la pileta?
En primer lugar, la superficie del agua se trasforma en una capa de polvo, hojas, insectos y desechos que llegaron con el viento. También en el fondo se acumula tierra, al igual que algunos insectos más pesados, sobre todo en piletas ubicadas en grandes jardines.
En tanto, el agua se pone verde, ya que el pH y el cloro se alteran. Esto dará lugar a la proliferación de algas y hongos.
Y, si la lluvia fue abundante, es probable que las bocas de succión estén atascadas por la suciedad.
El panorama parece complicado, pero en cinco pasos podemos dejarla nuevamente en las mejores condiciones.
1- Quitar un poco de agua de la pileta en caso de que con la lluvia haya desbordado. Bajar el nivel ayudará a realizar los pasos posteriores y la misma se puede utilizar para regar la plantas.
2- Retirar la suciedad de la superficie y de las bocas de succión (skimmers): con la ayuda de un buen «sacabichos» esta tarea lleva unos pocos minutos y dejar la superficie limpia para tener una buena visión al momento de realizar la limpieza del fondo.
3- Limpiar el fondo y las paredes de la pileta: en aquellas piscinas muy grandes hay quienes lo realizan hasta dos veces, ya que todo lo que allí se acumula puede ser demasiado para una sola pasada. En este caso, entre la primera y la segunda limpieza se realiza una limpieza de los filtros.
4- Estabilizar los valores trasparencia del agua: esto se realiza controlando el pH y añadiendo cloro.
5- Agregar alguicida y poner la bomba a funcionar. Unas horas después, añadir clarificador, cuya función es que las algas muertas se agrupen, para que se puedan recoger de manera más simple a través de una aspiración con limpia-fondo.
Si realizamos este procedimiento evitaremos tener que eliminar grandes cantidades de agua de la pileta para reemplazarla con agua limpia y así estamos contribuyendo con el cuidado del agua, a la vez que disfrutamos de la pileta.
